ESTE, ESE o AQUEL



Despropósito relativo es, este afán por sobrevivir a otros.

Sin embargo ennegrezco días, uno tras otro, consecutivos,
sin pretender ayuda alguna.

Días contiguos, paralelos.

Vieja manecilla acertada...

Incomparables,

enfrentados.


Días ajenos,

una ciudad de retorno.

Un breve encuentro,

tras una despedida.


Días lejanos,

indestructibles,

eternos.


Recuerdo entonces una niñez pasajera que me sobreviene sin respiro, arrebatadora en caricias, en noches anteriores.

Culmino mi tristeza bajo los cimientos de este descanso mientras centenares de infantes me rodean en una hora tardía, recién salidos de sus quehaceres diarios.

Entonces esta niñez, y asiento donde otros ya lo hicieron antes para poder relatar ciertas maldiciones tardías, allí donde unas franjas opacas subrayan un amplio ventanal por el que contemplar.

Esta ardiente oscuridad de extravío cotidiano.